domingo, 14 de febrero de 2010

Para que quede claro

Odio a los gorilas pelados
A los mandriles de culo colorado,
Los cagarìa a patadas hasta el obelisco.

Odio a los de labios severos
Y a los de labios turgentes también.

Detesto a las mandíbulas protuìdas
Hay que hundirlas a pedradas.

No me gusta ser petizo y regordete
Fofo y sin músculos.

Detesto creerme un genio
Y lo que me cuesta sostenerlo.

Demolería con la lengua el muro que me separa de tu piel
Detesto esta obsesión por tu piel.

Y mi adicción.

Odio el biberón frío
Odio la leche fría
Odio la leche
Odio mi leche cuando apremia.

Ser viejo para el rock and roll
Ser viejo para el agite
Para la “molicie y el desenfreno de la carne”
Odio al cura puto que lo sentenciaba sin parar.

Detesto no poder cantar “November rain” como Axel Rose
No poder cantar

Odio la compulsión
Una idea sobre otra
Una idea atrás de otra
Una idea encima de otra y no para
Y no parar
Y la cabeza que no para nunca.

Odio a Dios
Lo mataría
Le pondría clavos nuevos en estigmas viejos
Por inepto.